02 agosto 2010

Orriperre

Dejamos la Dent D'Orlu y la incómoda concentración turística que rodea aquellas bonitas montañas y nos vamos subiendo por la costa oriental de Francia a pasar un par de días a la playa. Cuando en un pequeño pueblo costero cercano a Montpellier, terminamos de cenar y venga a pasar gente y gente calle abajo. "Que curiosité¡", nos decimos, va a ser que aquí hay mandanga¡. "Que, churri, asomamos el cuezo a cotillear un poquito? -¿Pero que día es hoy? -No se, 14 de julio - Coño la fiesta nacional francesa¡ - Corre vamos". Y unidos a la corriente, venga calle abajo. Y nos lo queríamos perder, fuegos artificiales en la playa, y mini escenarios en el paseo con músicos para que el personal se eche sus bailecitos. Y eso hay que verlo, el personal¡ Las mujeres, sólo vamos a decir pelin horteras, como la Duquesa de Alba pero con el chic francés y los hombre como Alfredo Landa pero con pantalones piratas.


Bueno y que creeis que tocan los franchutes en sus orquestillas callejeras?, que si Jarabe de Palo, Bebé, y hasta el porrompopero y el borriquito como tchu,... (vamos como en casa). Pues imagínate a la Duquesa de Alba y a Alfredo Landa a lo francés bailándose todo eso al estilo sevillanas, vaya espectáculo¡¡ Viva la France¡

Y así con la calma llegamos a nuestro próximo destino Orpierre. Un pequeño pueblo medieval en la provence de Hautes-Alpes, al sureste del país.


Donde se dedican al cultivo de la lavanda, campos enteros sembrados de tan colorida y aromática flor ofrecen una imagen sorprendente y agradable para todos los sentidos.







El origen de este pequeño pero animado pueblo se remonta al año 570 y tiene una larga historia hasta la llegada de los "grimpeurs" que empiezan a poblar las bonitas murallas rocosas que lo rodean.

Preciosas y larguísimas vías deportivas perfectamente equipadas que el primer día hicieron que nuestra moral sufriera un profundo revés, había que apretar en los 5c, 6a ...., Dios aquí no encadenamos ni de coña. Sin embargo, después de diez días la cosa cambia, nuestra moral se encuentra pletórica a base de aciscar mucho y volar un poco. Para los que no paseis de los sextos con facilidad, el grado de las vías es bastante durillo, sin embargo los séptimos se encuentran más ajustados. Y lo mejor, sombra a partir de las tres esto nos viene que ni al pelo, ya os podeis imaginar¡

Y una torre con víasde hasta 150 y 200 metros hacen de este sitio el lugar perfecto para detenerse por aquí unos días.



Pero también está el Bar Quartz, cuartel general de los escalamoides, una especie de bar Manolo de Patones, donde por diez euros te puedes comer una tremenda pizza. Y el supermercado Proxi con una terrazita a la entrada y una sala contigua a la tienda con revistas, máquina de café, y conesxión wifi gratuite. Que me dices?

Pero aquí en Orpierre cuando cae la tarde, no creais que la principal actividad es la escalada, hay algo que la supera en aficción y fanatismo.

Ellos son los "aciscas" de la petanca". Cada tarde religiosamente se dedican a rodar sus bolitas en la plaza del pueblo y allí se pasan horas y horas. Mucho nivel. A esto si que no los ganamos ni en broma, porque lo que es el Tour de France, jua,jua...

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