29 agosto 2010

ESLOVENIJA Y LA GRANJA DE ALBINA

Nos fuimos de Dolomitas precipitados por el mal tiempo y de repente nos vemos llegando a Eslovenia por la noche y sin tener ni la más remota idea de qué vamos a encontrarnos por allí. En Francia o en Italia fue sencillo hacerse entender y chapurrear algunas palabras, en Francia a todo le poníamos la "e"y en Italia la "i" y así ibamos tirando. pero aquí qué hay que decir? InchÁlla?. Nuestro desconocimiento de éste país es absoluto. Sólo sabemos que hablan muy raro y que hay un par de sitios donde queremos escalar, antes de bajarnos a Croacia. El primero se llama Osp, muy cerca de la frontera con Italia en el golfo de Trieste, donde el calor y la orientación de sus paredes nos hacen abandonar rapidamente el lugar. Lástima esos muros tenían muy buena pinta, quizás en otra ocasión. El segundo se encuentra en el interior y será el que nos abra las puertas y nos enseñe algunas cosas sobre estas tierras y sus gentes que nos harán vivir y disfrutar de unos días inolvidables




Así camino de Kotecnik vamos, por ejemplo, descubriendo que bosques y mas bosques, colinas y cultivos colorean el paisaje con tal intensidad, que es bien merecido el apelativo que dan a Eslovenia de "la perla verde de Europa"



Sin embargo la mayor sorpresa será llegar a Kotecnik o mejor dicho llegar a la granja de Albina, donde nos alojaremos unos 15 días y dónde nos acojerán con una amabilidad realmente entrañable.



Situada en la parte más alta de un bonito valle, Albina su marido y su hijo trabajan duro en la serrería y atendiendo a los animales y a los escaladores que venimos en busca de sombra.
A Albina, como diría Fito, es más fácil quererla que presentarla. Alegre y divertida, hace el mejor pan que hemos comido en todos éstos meses. Pero ademas, puede que te lleve para desayunar unos bollitos recien sacados del horno que la hacen famosa en todo el valle y de los cuales ahora sólo el chukel también conoce la receta.



Ante tanta cosa rica que se cuece por aquí y tanta cordialidad, es difícil no caer en la tentación de echar una mano a Albina los días que tiene algo más de trabajo. Y la tentación es doble porque la cocina y el horno son de leña como antaño.

Así que, allá que te vamos, el chukel a ponerse de nuevo el delantal y la chukela de pinche y a poner las mesas. Albina la pobre encantada con nosotros por supuesto, hasta el punto de ofrecernos currele para el verano que viene. Inch´allá.



Y como la receta de los fabulosos bollitos es muy preciada, pensamos que quizás unas ricas croquetas de jamón, una buena escalidaba y un lomito a la sal pudieran compensarla.




No tienen mala pinta? verdad? pues... tanto les gustaron, que al día siguiente ya sabía todo el mundo que los escaladores españoles cocinaron unas ricas y cremosas bolitas blancas rellenas con trocitos de jamón que estaban buenísimas. Ahora si que nos los hemos ganado.
Pero aún hay más sorpresas. Albina esconde otro gran tesoro que guarda con celo dentro de su caja y que ésta noche sacará para nosotros y amenizará la velada a la luz de la luna, junto a unas buenas cervezas. Su preciosa armónica que con enormes suspiros se llenará de aire para transformarlo en bellas melodías que ensalzan la amistad y las borracheras.





Y la cosa se pone musical pero de nivel, porque al dia siguiente los Chukeles nos vamos a Ljubljiana, la capital. A un concierto de rock eslovenijo? no. A un concierto de música popular eslovenija? no. Nos vamos a ver al único, al inimitable, al inigualable, al maestro, a la leyenda, nos vamos a ver a......... Paco de Lucía.

17 agosto 2010

Dolomitas, espíritu "muntañer"

Dejamos atrás la France y nos dirigimos al norte de Italia rumbo al Vall di Gardena-Dolomitas, paraiso de la escalada clásica y destino obligado de cualquier amante de la montaña. Agujas, picos y enormes paredes que nos provocan una gran emoción y un ligero cosquilleo en el estómago según vamos acercándonos a ellas.






Dolomitas, cuna de míticos y legendarios montañeros que dejaron aquí para siempre las huellas de sus hazañas cuando se escalaba con botas, polainas, tacos de madera y una soga atada a la cintura. Y aquí llegamos los Chukeles dispuestos a emular sus intrépidas aventuras salvando las distancias, por supuesto¡




Decidimos subir a la primera Torre de Sella por la Vía dei Pilastrini.

Así llegamos a nuestra primera cumbre. Y felices por el agradable día de escalada dejamos nuestra especial dedicatoria en el libro de piadas.





A partir de aquí nuestras cabezas se llenan de proyectos, miramos los croquis una y otra vez, hacemos una selección de vías y estamos ansiosos por escalar. Sin embargo, la montaña es caprichosa y las tormentas y la lluvia hacen desvanecerse poco a poco nuestras ilusiones. En vez de "hincharnos" a escalar, nos "hinchamos" a jugar al parchís, al ajedrez, a las cartas y al mikado, que no es que esté mal, pero es que no podemos ni salir de la furgo¡

No obstante, antes de abandonar Dolomitas cansados de tanta lluvia, el tiempo aún nos da algo de tregua para esta vez atacar la segunda Torre de Sella por una bonita combinación de vías, "Trenker" y "Diedro Kostner", donde la Chukela se suelta la melena tirando largos de primera como una jabalina.



Y así llegamos a nuestra segunda cumbre.




El tercer día de escalada no resultó tan bueno. Elegimos una vía que se podía rapelar en la pared de Ciavezes, ya que teníamos la certeza de que tarde o temprado llegaría la tormenta, como así fué. Abandonamos la vía en el quinto largo a falta de tres para el final.



Al día siguiente decidimos cambiar el gore-tex, gorros y guantes por las chanclas y los pantalones cortos y dirigir nuestros pasos hacía "Slovenja" en busca de mejor tiempo. Inch allaá.....¡












02 agosto 2010

Orriperre

Dejamos la Dent D'Orlu y la incómoda concentración turística que rodea aquellas bonitas montañas y nos vamos subiendo por la costa oriental de Francia a pasar un par de días a la playa. Cuando en un pequeño pueblo costero cercano a Montpellier, terminamos de cenar y venga a pasar gente y gente calle abajo. "Que curiosité¡", nos decimos, va a ser que aquí hay mandanga¡. "Que, churri, asomamos el cuezo a cotillear un poquito? -¿Pero que día es hoy? -No se, 14 de julio - Coño la fiesta nacional francesa¡ - Corre vamos". Y unidos a la corriente, venga calle abajo. Y nos lo queríamos perder, fuegos artificiales en la playa, y mini escenarios en el paseo con músicos para que el personal se eche sus bailecitos. Y eso hay que verlo, el personal¡ Las mujeres, sólo vamos a decir pelin horteras, como la Duquesa de Alba pero con el chic francés y los hombre como Alfredo Landa pero con pantalones piratas.


Bueno y que creeis que tocan los franchutes en sus orquestillas callejeras?, que si Jarabe de Palo, Bebé, y hasta el porrompopero y el borriquito como tchu,... (vamos como en casa). Pues imagínate a la Duquesa de Alba y a Alfredo Landa a lo francés bailándose todo eso al estilo sevillanas, vaya espectáculo¡¡ Viva la France¡

Y así con la calma llegamos a nuestro próximo destino Orpierre. Un pequeño pueblo medieval en la provence de Hautes-Alpes, al sureste del país.


Donde se dedican al cultivo de la lavanda, campos enteros sembrados de tan colorida y aromática flor ofrecen una imagen sorprendente y agradable para todos los sentidos.







El origen de este pequeño pero animado pueblo se remonta al año 570 y tiene una larga historia hasta la llegada de los "grimpeurs" que empiezan a poblar las bonitas murallas rocosas que lo rodean.

Preciosas y larguísimas vías deportivas perfectamente equipadas que el primer día hicieron que nuestra moral sufriera un profundo revés, había que apretar en los 5c, 6a ...., Dios aquí no encadenamos ni de coña. Sin embargo, después de diez días la cosa cambia, nuestra moral se encuentra pletórica a base de aciscar mucho y volar un poco. Para los que no paseis de los sextos con facilidad, el grado de las vías es bastante durillo, sin embargo los séptimos se encuentran más ajustados. Y lo mejor, sombra a partir de las tres esto nos viene que ni al pelo, ya os podeis imaginar¡

Y una torre con víasde hasta 150 y 200 metros hacen de este sitio el lugar perfecto para detenerse por aquí unos días.



Pero también está el Bar Quartz, cuartel general de los escalamoides, una especie de bar Manolo de Patones, donde por diez euros te puedes comer una tremenda pizza. Y el supermercado Proxi con una terrazita a la entrada y una sala contigua a la tienda con revistas, máquina de café, y conesxión wifi gratuite. Que me dices?

Pero aquí en Orpierre cuando cae la tarde, no creais que la principal actividad es la escalada, hay algo que la supera en aficción y fanatismo.

Ellos son los "aciscas" de la petanca". Cada tarde religiosamente se dedican a rodar sus bolitas en la plaza del pueblo y allí se pasan horas y horas. Mucho nivel. A esto si que no los ganamos ni en broma, porque lo que es el Tour de France, jua,jua...